miércoles, 14 de marzo de 2012

Knives Out

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Atrapa al ratón y cometelo. La vedad tiene gusto a alcantarilla.
No intentes huir  pues el sabor nunca cambiara. Hay cosas que no saben bien.
Acepta la realidad, muerde su cabeza y luego todo habra terminado. El mal sabor de boca no dura para siempre....!!!

jueves, 26 de enero de 2012

SIN NOMBRE...

Su cuerpo, suspendido en medio de aquella vieja habitación ya no se retuerce. Los brazos de su se vuelven inalcazanbles y las lágrimas se detienen en . No puede tocarla y ella a él tampoco.
La madera pisoteada se prepara para el gran llanto y el resto solo observa el cuadro que no tiene tiempo, todo se ha detenido y los segundos se vuelven años. La oscura que yace flotando en medio del gran espacio comienza su catarsis mental.
Los recuerdos se resumen y las pasan por encima de aquella silueta que intenta acercarse y tocar. Las miradas se conectan y su vuelve clara la .
No hay espacio a ruegos ni arrepentimientos, el paso ya fue dado y solo queda el disfrute doloroso de la agonía infinita, un corto de piedras filosas a pies descalzos, un péndulo que llora y recuerda mientras se acaba, los muñecos no miran y las imágenes son solo papel de mentira.
Su cuerpo, suspendido en medio de aquella vieja habitación, hoy descansa, su cuello ya no arde y el aire no lo toca. Ya no hay lágrimas en sus ojos y el tiempo vuelve a ser el de antes, aunque este se viste de luto.
Observa a su madre arrodillada frente a la imponente que representa… Llora su soledad forzada bajo un que actuó de verdugo, dura madera, herramienta de muerte, te maldigo, las respuestas se han ido.
Odia al tiempo que nada avisa y se odia a si mismo por odiar al tiempo, se sostiene bajo la sombra de la muerte rodeado por lágrimas que humedecen la antigua madera que todo ha visto, imágenes invisibles llenan la habitación.
Siente el calor de sus brazos que buscan vida en un cuerpo que cuelga y se balancea, calor que dura un instante pues es hora de dejar, el sentir ya no le pertenece.
Un niño corre, cae y su madre lo consuela, el dolor inocente se extingue con un beso en la mejilla.

Infeliz Encubierto

Se levanta cansado pues es hora de actuar, la mecánica de la vida le agota y siente el peso de su singularidad, asume ser la pieza sobrante dentro del rompecabezas.
Sabe lo que el día le depara y prepara su mejor combinación para hacerle frente sin que su careta sea destruida.
Mira a su alrededor mientras se despierta en busca de soledad, quiere aprovechar esos últimos segundos antes de ser visto, antes de que ese espacio sea invadido por una ciudad que lo abruma.
No hay ducha que lo despierte ni desayuno nutritivo que cambie esa negativa forma de ver las cosas, siente esa presión de tener que encajar, esa rara manía de la gente de tener que socializar para así ser parte de algo. Siente la obligación, mas que el placer de poseer amigos aunque estos no encaje en su mundo de .
-Es hora de comenzar-
Se dice así mismo mientras el comienza a marcar de forma más lenta los segundos, señal inequívoca de que el día se inicia y llega la hora de encajar.
Deja el ultimo rastro de su ser en casa y se une al multicolor tratando de mezclarse entre las texturas y los rostros maquillados que intentan resaltar en un conjunto que aumenta.
-Maldito día, ahora me veo más- Piensa.
Esboza sonrisas que no tiene significado más que complacer, camuflar, acciones ejecutadas en modo robótico responden a parámetro ya estudiados, emociones automáticas que responden de forma correcta a los estímulos aunque estos no representan el verdadero sentir.
Empieza todo y el verdadero espectáculo deprimente tiene lugar en un escenario de pavimento. Con cada paso dado intenta no ser él mientras se sumerge en el de un feliz acercándose.
Todo es repetitivo y le incomoda la sorpresa expresada por los que le rodean al verlo.
-Nos vimos ayer-. Expresa en silencio.
Observa como el tiempo se burla en su cara mientras consulta en que minuto se acaba todo y puede dejar de fingir.
Aun en su espacio productivo no deja de sentirse invadido, se siente ajeno a un mundo que funciona de una forma intoxicante donde la soledad es mal vista. contra el prejuicio heredado de la soledad e intenta ser parte de algo aunque su ser solo quiere huir.
Esta rodeado y tiene miedo a mover un músculo, ya que eso puede resultar en , algo que lo agota y lo lleva a ocupar recursos que requieren energía, necesita actuar cuando eso pasa.
Dentro de su vida se siente obligado a tomar el papel protagónico cuando, en silencio solo desea ser un extra ignorado que se pierde en el montón.
No hay intentos de disfrute y acepta la tortura de ser sociable, de ser abrazado, de escuchar los sentimientos de aquellos mientras su clama por silencio. Amar por que así se ha escrito y soportar que lo amen, aunque en su mundo no hay espacio para nadie.
-Que termine luego este día- es su único pensamiento.
Observa el mundo pasar a través de una ventana de imperfecciones, filtro de una sociedad que se descascara y se mancha. Gestos plásticos que solo el sabe reconocer invaden su pequeño circulo que se corrompe con el tiempo.
No hay sitio para su ser pues ha quedado en casa, su traje repetido de joven que encaja ocupa el puesto y enciende el modo automático para convertirse en un zombi social que devora cumplidos y se regocija en el sentir artificial.
El ya no piensa y sus verdaderas intenciones están ocultas mientras desarrolla el papel del amigo ideal, del chico que escucha y ríe.
Opacado por una luz que lo sigue intenta disimular su desesperación por gritar.
Las ventanas reflejan su infelicidad encubierta y el tiempo decide darle tregua en una batalla de lentitud burlesca.
El maldito sol se esconde y el sujeto de los postes comienza su labor vespertina que con tantas ansias había esperado. Su tarea aun no termina, pero sabe que el final del espectáculo esta cerca. son estos segundos, quizás, los que mas le torturan. Correr una carrera de un día y estar a segundos de la meta lo cansa el doble y sabe que es ahora cuando debe ser cuidadoso.
Un último esfuerzo en su papel y todo habrá terminado, será hora de regresar a ese mundo de uno.
Invitaciones rechazadas con excusas ya preparadas, despedidas fraternas para finalizar un día de actuación agotador. Hacer el último movimiento agradable y todo habrá terminado.
Despachar a los individuos rápidamente, comportarse como un sujeto normal por unos pocos segundos más y la tarea esta hecha, un trabajo doble sin paga extra.
-Infeliz encubierto es lo que soy-
-Infeliz encubierto es lo que soy-
Una frase repetida en su mente, adherida a su subconsciente y asumida como tal. Es también su última frase antes de sumergirse en su pequeño mundo de UNO.